sábado, 30 de abril de 2022

Vieja Escuela Cyberpunk 3

El día cae, las sombras crecen, pero aún hay electricidad para alimentar vuestros circuitos.

Llega nuestro grupo a momentos decisivos, recordemos que tras comprobar que la casa de Eugene era un bonito apartamento abandonado, decidieron tirar del único hilo que tenían pendiente, buscar a Códice, ahora más conocido como Ryan Stolze.

Global Insurances

Como averiguaron donde trabajaba actualmente, pues allá que se dirigen, Global Insunrances, mientras Yuri se hace pasar por Dimitri Buccachenko para poder ver a Ryan, el resto se queda en una cafetería cercana, totalmente automatizada, por supuesto, donde Xia escucha como esa cafetera aútomatizada tiene los émbolos mal ajustados, algo que la enerva bastante. 


Yuri

Yuri, el apuesto Link, no es muy amigo de los gimnasios pero si que tiene un buen nivel en su pico de oro, un tipo con un curioso acento, sin duda artificial, pero que él niega siempre. No sabemos mucho de su vida, solo que trabajó en La Puerta Negra, un prestigioso club punk, suponemos que de ahí vienen la mayoría de sus contactos.




Kumiko, que parece tener un poco más de interés que el resto en encontrarle, se sumerge rápida y decidida con su Tanaka en la red de tráfico con la esperanza de localizar su vehículo, a ver si le ponen un rastreador.

Implante neuronal Tanaka
Hábilmente accede al nodo de nivel 2 de Registro de vehículos y descubre que se dehizo de su vehículo hace un tiempo. Accede a otro nodo de nivel 1, Servidor de Videovigilancia y observa las calles cercanas a Global Insurances, solo ve la gente en la parada del auto-bus, y una furgoneta en la cercanias, sabiendo que lleva allí 3 horas y no se ha bajado nadie.

Kumiko con su skate se mueve con gran agilidad por la calle y coloca el localizador en la furgoneta, tienen sospechas. Tom sale de la cafetería hacia la furgoneta a la vez que comienzan a salir empleados del edificio, a pie y en sus vehículos. De repente reconocen a Códice, aprietan el paso Yuri y Xia que dejan a la mitad los capuccinos que estaban tomando.

Asaltan a Códice desde la furgoneta, para intentar meterlo por la puerta lateral, Tom rapidaménte aparta su guardapolvo y suelta una ráfaga de subfusil sobre los mercenarios, tenía ganas de acción desde lo ocurrido con aquellos pandilleros. Y como no era de otra manera, los merecenarios responden con el fuego de sus sendos fusiles, les sorprende una tipa llamada Xia con un par de disparos de escopeta, a los que se une Yuri intentando reventar una rueda, aunque falla.

Mercenarios

Tom ve pasar otra ráfaga cerca suyo, a pesar de tener mejor armamento que el suyo se envalentona en su repuesta, deja caer el subfusil que lleva sujeto con sus correas y visto y no visto empuña su machete a la vez que carga contra el mercenario que intenta retener a Códice en el interior de la furgoneta. Es tal el ímpetu sumado a su fuerza implantada que le perfora el escaso blindaje y le hunde el pecho sin ningún tipo de miramiento.

Kumiko, Xia y Yuri se coordinan bien para encañonar al mercenario que queda y obligarle a rendirse, se suben todos a la furgoneta y huyen del lugar. En algún lugar apartado mientras cae la noche, ponen al día a Códice mientras le sonsacan al mercenario herido la ubicación de Eugene y si les ha pagado o no, pues dudan de que Eugene pueda pagarles.

El lugar de la entrega es el antiguo centro comercial de Las Américas, un sitio apartado que ni los vagabundos frecuentan. Se detienen fuera, Xia con un fusil busca una posición ventajosa, Yuri haciéndose pasar por un mercenario lleva delante de él a Códice como si estuviera maniatado, unos pasos por detrás va Tom. Eugene les grita desde lo alto para que deje a Códice allí mismo y les indica donde está el pago. 

Y tras unos momentos de tensión donde Eugene le increpa por lo que hizo, acusándole falsamente y provocando la muerte de su hija, saca la pistola y todo se precipita, Xia dispara, Kumiko empotra la furgoneta por la puerta principal para proteger a Códice, Tom corre a toda velocidad hacia Eugene al igual que Xia, Kumiko tiene unos momentos de duda ante el alegato de Eugene,  aunque desde abajo no puede más que ver el final del pobre desgraciado, que es acribillado por Xia al grito de ¡Me encanta tu historia!

Eugene Bendis

Kumiko y Códice dudan de todo lo que hicieron en ese asunto, pero Xia les explica que ellos no hicieron nada mal, él ha tomado malas decisiones y estas son sus consecuencias. Tom mira su nuevo fusil de asalto mientras lo acaricia en silencio.

Ahora nos vamos a otro lugar más oscuro, AD&D, espero volver pronto, ha sido una gran experiencia dirigir y estar al otro lado para ver disfrutar a mis másters y amigos.

jueves, 21 de abril de 2022

Vieja Escuela Cyberpunk 2

Continuamos una noche más en esta enorme ciudad sin nombre, tirando de un hilo casi imperceptible de pistas.

Xia
Y ese delgado hilo sigue cumpliendo su función gracias a Xia, una biomecánica con el síndrome del Diógenes tecnológico, realmente lo suyo son los servos, las válvulas y los sensores, cualquier aparato mecánico siempre se rompe "por los putos chips", como ella dice, aunque su afición por lo vintage es lo que ayudó al grupo a saber que hacer con la cinta VHS que hallaron en la caravana de Sergei. 

En el videocasete pudieron ver el final de Sergei, también vieron al tipo que le asesinó, al estar grabado en una tecnología analógica y obsoleta los holobloqueadores que llevaba en su cuello no hicieron más que consumir algunos miliamperios de energía y no tardaron en identificarlo como Eugene Bendis, un exempleado de ProGen.

Kumiko
Kumiko recordaba bien el trabajo, un caso de espionaje industrial donde ellas poco hicieron, pero recordaba mejor a su amigo Codice, un data muy punk que sabía como moverse por los nodos de las corporaciones, y del que ella aprendió mucho de lo que sabe. Codice consiguió desenmascarar como unos empleados robaban información de la gran corporación biogenética ProGen, y, tras una búsqueda rápida, comprobaron que Eugene fue uno de los despedidos.

Necesitaban salir de allí, no se sentían seguros en aquella caravana, Kumiko se lleva el terminal para ver si consigue obtener algún dato más.

Pero no todo se presentaba tan tranquilo y fácil, un pequeño contratiempo les ocurre, pues al salir de la caravana, en esta zona alejadas de las patrullas policiales y los ajetreados callejones, un grupo de traficantes de abandonware les asalta. Era obvio que llamarían la atención, demasiados implantes de última generación en cuatro curiosos. 

No tardaron en deshacerse de ellos, no eran rivales, se llevaron alguna puñalada pero sus ropajes blindados y habilidades hicieron el resto. Se pudo ver como Tom no es tan sanguinario como era antaño, y que Yuri debe mejorar sus técnicas de combate, también Kumiko tiene que aprender a disparar, pues el terminal  se ha llevado un balazo, ya veremos si puede sacar algún dato de ese trasto agujereado.

Por suerte para Yuri, en las máquinas de vending del suburbano encuentra suministros médicos, los calibres más típicos de munición e incluso algunos snacks, eso si, tienes que saber los códigos adecuados para desbloquear el submenú oculto.

Mientras Yuri se venda el navajazo, Xia, trastea con el terminal que Kumiko ha cogido de la caravana y consigue salvar algunos datos, sin duda esta chica si que vale. Averiguan algo de las últimas misiones que gestionó Sergei, que tras el despido de Eugene, no pudo seguir pagando las facturas médicas de su hija, que falleció poco después, sin duda ella es la "pequeña" que menciona en su alegato previo al asesinato. Deciden subirse al siguiente tren para ir a su casa. 

Complejo RES Bloque A

Ya en el complejo RES-A (Residencial Extendido Sobreelevado), Bloque A, montan guardia, pero no ven nada raro, por lo que se dedicen a entrar a ver que encuentran. La cerradura no es un problema para Xia. Dentro solo hay polvo y avisos de cobro, Tom encuentra la habitación intacta de la hija de Eugene, les llama la atención que no hay ninguna foto de la madre.

Parece que poco a poco los enigmas se multiplican, pero nuestras chicas y chicos, son bastante habilidosos, 

Mantenga en sintonía sus holovisores para más información actualizada.

viernes, 8 de abril de 2022

Vieja Escuela Cyberpunk 1

Y aquí comienza el sufrimiento de estos jugadores a manos de un máster inexperto.

Spoilers de la aventura Actos de responsabilidad

En una ciudad muy cyberpunk se encuentran nuestros protagonistas, Tom, Xia, Kumiko y Yuri. 

A la cabeza tenemos al mazado de Tom, un Backup que guarda sus espaldas bastante bien, un tipo muy desconfiado con el que no quieres tener problemas, no nos cuenta mucho de si mismo, pero parece que ha quitado algunas vidas.

El grupo se encuentra en la antigua Estación Central cuando se disponen a recoger instrucciones para un nuevo encargo por un puñado de bityens b, pero al llegar a las consignas, un par de pandilleros están forzándolas, cuando, sin aviso, una violenta explosión e inmediatamente una lluvia de vísceras cubre al grupo, Kumiko queda paralizada ante tal espectáculo, desde su ordenador aniquilar haters del Monkey Island no es tan impactante.

En medio del caos, intentan esclarecer algo de lo que narices ha pasado allí. Kumiko, ya repuesta de su primer contacto con una casquería humana, y con la ayuda de Yuri, consiguen llegar al control de seguridad de la estación y tras algunos intentos, ven las grabaciones. Distinguen un rostro holobloqueado, el sujeto deja una mochila en la consigna, un callejón sin salida. 

Localizar a Sergei, el contratista, es el siguiente paso lógico de esta búsqueda, manejan varias opciones, pero al final Yuri hace valer su desparpajo para conseguir algo de información, ya saben donde deben ir, un parking de caravanas.

A las afueras de la ciudad, en una zona industrial, con el desconfiado Tom al mando, vigilan y se aseguran de que no hay nadie sospechoso, solo unos cuantos tipos alrededor de una fogata improvisada comerciando con implantes abandonware.

Entran en la caravana y descubren un bonito cadáver, Yuri y Tom vigilan, aunque sin prestar demasiada atención mientras Kumiko busca información en el terminal de Sergei, mientras Xia, la hábil mecánica, consigue ver algo raro en la moqueta de la caravana, tira del hilo de su sospecha hasta que confirma que al extremo de esos cables, hay una vieja videocámara VHS.


Y hasta aquí la primera sesión de muchas, nervios de máster novato, pero muy satisfecho con mis compañeros y esta vez mis jugadores, sin ellos la vida sería un poquito más áspera.