Sesión 10 - Jueves 20 de Abril de 2023
Llegamos a Nuevo Madrid, el centro neurálgico del comercio español en Caribdus, sus más de cuarenta mil habitantes impresionan, por suerte los comendadores vigilan el puerto y podemos ir tranquilos a pasear. Alfrida comprueba el precio de la madera, y hay una gran demanda, a 450 monedas de oro por carga de madera, 1350 en total 225 por cabeza.
La licencia de superintendente español que tiene Equais tatuada en el interior de una pinza nos permite comerciar con seguridad. Yo me quedo en El Reseco con Annie, mientras el resto salen a la ciudad Vaari se compra un escudo aunque reniega de su pequeño tamaño.
Alfrida y Equais van a gestionar la bandera para que nuestro esquife navegue bajo pabellón español. Ven una posada lujosa, una escuela de esgrima y se maravillan con la catedral. Lllegan a las “Oficinas del gremio español y del Tribunal”, la bandera cuesta 100 monedas de a ocho, recogen la bandera con el emblema del gremio español.
Mientras tanto, intento convencer a Annie de que se quede en Nuevo Madrid, pero parece estar a gusto en El Reseco, y se ofrece a realizar tareas. Parece unida a Íñigo a pesar de su desplante de ayer. Vaari e Íñigo están de fiesta toda la noche bebiendo, y dicen ser tripulación de un navío con dos docenas de cañones por banda. Iñigo busca la compañía de una dama, no, de dos damas. Equais nos dice de ir a vender unos mapas que ha realizado a un amigo suyo que vive en Marsales. Cree que debemos reunir más dinero para ir hasta Torath-Ka, a la región de Los Dientes, al sur de la isla.
Zarpamos hacia Marsales, pero una corriente fuerte pilla desprevenida a Alfrida y perdemos un día saliendo de Nuevo Madrid, al día siguiente todo va bien y llegamos a Marsales. Vemos zarpar y doblar el cabo una fragata española con cuatro cañones por banda. Al entrar a puerto nos impresiona su dique seco, repleto de navíos en reparación, pintado y carenado.

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